La lucha de 20 años para proteger un territorio de pueblos indígenas no contactados en Perú peligra tras la campaña sin precedentes de una petrolera que ambiciona sus tierras.
Perenco es una empresa petrolera anglo-francesa, propiedad de la multimillonaria familia Perrodo (su fundadora). Opera desde hace muchos años en la selva del norte de Perú, en las concesiones conocidas como Lotes 67 y 39, a pesar de la presencia confirmada de pueblos indígenas no contactados en la región.
Organizaciones indígenas peruanas llevan dos décadas presionando para que la región, conocida como Napo-Tigre, sea debidamente protegida como una reserva indígena para pueblos indígenas no contactados. Hasta la fecha, numerosos estudios han confirmado la presencia de pueblos no contactados en la zona, y en julio de este año una comisión oficial reconoció formalmente su existencia, lo que supone un paso crucial para su protección.
Sin embargo, Perenco considera que la creación de la reserva supone una amenaza para sus operaciones y ha lanzado una campaña sin precedentes para sabotear el proceso.
Entre sus acciones, ha presentado una demanda exigiendo que las autoridades descarten sus planes de crear la reserva, e incluso ha insistido en que debe participar en las reuniones de la comisión oficial que decide acerca de la protección del territorio. También ha negado explícitamente que allí vivan pueblos indígenas no contactados.
Las perforaciones petrolíferas en territorios de pueblos indígenas aislados ponen en peligro su propia supervivencia. Además de destruir la selva y contaminar el entorno, conllevan el riesgo real de que se produzca un encuentro no deseado con indígenas no contactados, y/o que los trabajadores propaguen enfermedades externas frente a las que estos pueblos no tienen inmunidad, y que puede diezmarlos por completo.
Perenco ha ignorado las protestas y las cartas de organizaciones indígenas peruanas, grupos de apoyo y de Survival International: parece que solo una fuerte campaña internacional puede persuadirles para cambiar de rumbo.
Por favor, envía un email a François Perrodo, presidente de Perenco, instando a que su empresa petrolera deje de atacar los derechos de los pueblos indígenas no contactados en la región del Napo-Tigre en Perú.